El monasterio se construyó en el siglo VII en periodo visigodo.
Fue restaurado varias veces en el siglo X por el conde Fernán González, y luego por St. Domingo que le daría su actual nombre.
Es terminado en 1088 por el abad Fortunio.
En el siglo XVIII se vuelven a hacer ampliaciones, y se derriba la parte Románica medieval para renovarlo con un estilo neoclásico, solo quedó algo del Románico: el transepto y la puerta de las vírgenes que llega al claustro ,que se conserva en la actualidad.
En 1835 sufre la desamortización de Mendizábal que implicó la perdida de parte de sus riquezas artísticas y documentales.
Por último en 1880 se establece una comunidad de monjes benedictinos llegados de la abadía francesa de Ligugé
En la actualidad es un lugar de afluencia para los que aprecian el arte Románico y los cantos gregorianos con los que se acompaña la misa.
Es de doble planta siendo la menor la más antigua y la de mayor mérito
El claustro inferior debió levantarse en la segunda mitad del siglo XI y la primera del siglo XII.
Los lados norte y sur tienen 16 arcos ,mientras que los lados este y oeste tienen solo 14 arcos.
Los arcos de medio punto descansan sobre capiteles que a su vez reposan sobre columnas de doble fuste .
Toda la arquería va montada sobre un podio corrido con una abertura para acceder al jardín interior.
En el plano artístico lo mas destacable es la colección de 64 capiteles de que consta el claustro bajo y los relieves que ornamentan las caras interiores de las 4 pilastras que forman los ángulos de la galería.
Son de destacar también la puerta de las vírgenes que constituye un vestigio del templo románico y la fachada de la desaparecida sala capitular que se abría a la galería oriental.
Los temas de los capiteles son muy variados : escenas bíblicas ,animales fantásticos como grifos, centauros, arpías ,y además toda clase de elementos vegetales.
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