Hª DEL ARTE. MATERIAL DE ESTUDIO "ARQUITECTURA GÓTICA"

ARQUITECTURA GÓTICA

EL PROTOGÓTICO

El estilo gótico nace dentro del románico, y se empieza a desarrollar casi al mismo tiempo (siglo XII). La escuela de la biología de los estilos piensa que el románico y el gótico son estilos paralelos.

El Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela (1160-1188), obra del maestro Mateo, está trazado según unos criterios fijados en la abadía de Saint-Denis (Francia), con un tímpano central y dos laterales, aparición del arco apuntado y cubierta gótica de bóveda apuntada con nervaduras. En la base del pórtico hay relieves que representan animales extraños y hombres monstruosos; sobre ellos hay figuras dignas: los Profetas Mayores y menores, junto a los Evangelistas, están situados sobre los Vicios. Aparece el tema del Árbol de Jessé (ascendencia humana de Cristo), que humaniza el origen de Cristo (algo extraño en el románico) e indica un cambio de mentalidad. En el parteluz está la figura del apóstol Santiago con báculo de peregrino. En la parte superior, Cristo enseña sus llagas; está rodeado por figuras que reciben su redención (mensaje de bienaventuranza). Otros relieves representan a los 24 ancianos del Apocalipsis, tocando sus instrumentos musicales en honor a Dios. Junto al tímpano central hay escenas con ángeles que transportan niños (almas), acercándose a los redimidos. Separados claramente, en una de las puertas laterales, hay seres diabólicos y desagradables. En el otro arco lateral está el Pueblo Elegido, que todavía no ha llegado al Gran Juicio (pueden ser los Patriarcas -Noé, Abraham, Moisés- que viajan por el Limbo).

Los profetas Jeremías, Isaías, Ezequiel y Daniel (cada uno con su propia fisionomía) están situados a la derecha de la puerta principal (lugar preferencial). Daniel aparece sonriente y sin barba; las figuras están en actitud de conversación.

La iglesia de la abadía de Saint-Denis, cerca de París, marca el origen del protogótico. En el tímpano principal aparece el tema de la Gloria de Cristo. Esta iglesia se superpone a edificios de épocas anteriores (una iglesia carolingia, sustituida después por una iglesia románica). El templo protogótico se construye por iniciativa del abad Suger: tiene cubierta plenamente gótica (bóveda de crucería), doce columnas (simbolizan a los Doce Apóstoles), armazón de contrafuertes, columnas y nervaduras en la girola; la cabecera (1180), aparece muy aligerada e iluminada, con un doble deambulatorio al que se abren capillas radiales. La bóveda angevina en la cabecera es muy propia del primer gótico, presente en edificios cistercienses. Los reyes Capetos de Francia eligen Saint-Denis como lugar de enterramiento (Panteón Real). Los sepulcros del gótico pleno presentan un extraordinario naturalismo, con gran interés por captar los rasgos personales en las figuras.

La Orden del Císter fue considerada responsable de la creación de la arquitectura gótica. El origen de los cistercienses está en la región francesa de Clairvaux. El abad Bernardo de Claraval escribe una epístola al abad de Cluny, Guillermo, denunciando la corrupción de la Iglesia, criticando el enriquecimiento exagerado de los eclesiásticos. Los monjes del Císter visten un hábito blanco y se diferencian diametralmente de los cluniacenses. Las abadías cistercienses se sitúan cerca de fuenes de agua; están muy alejadas de las ciudades (la vida de la ciudad puede corromper al monje). Estos frailes llevaban una vida contemplativa, de oración y trabajo; parten de una austeridad moral y física, pero sus grandes trabajos, obras y cosechas les llegaron a hacer muy ricos. La Orden cisterciense se extendió por toda Europa.

Hay una relación de filiación entre todas las abadías. San Bernardo alaba a la Virgen María; el tema mariano será el preferido de la pintura gótica. Se descubre la parte humana de Cristo y se alaba a su madre.

La arquitectura cisterciense es sencilla: las cabeceras de las iglesias son rectas, sin girola (no son templos de peregrinación); el claustro, junto a la iglesia, tiene una fuente donde se lavan los monjes trabajadores; el refectorio (comedor) presenta un púlpito para un lector, mientras el resto come la rigurosa dieta cisterciense; en la sala capitular se reúnen todos los monjes, para tratar los temas de la Orden (los monjes tienen voz y voto).

En la abadía de Fontenay, filial del Císter, hay una capilla dedicada a la Virgen, hecho que se generalizará en muchas iglesias góticas (en Inglaterra de denominarán Lady Chapell).

CARACTERÍSTICAS GENERALES Y FASES DE LA ARQUITECTURA GÓTICA

La abadía de Saint-Denis marcó las pautas arquitectónicas del gótico. Se impone la verticalidad y la introducción de la luz en el templo. A partir de la bóveda de arista evoluciona la bóveda de crucería de cuatro nervios, más resistente. En la cabecera de Saint-Denis se eleva al máximo la arquería principal, se estrechan los soportes, hay un desarrollo de la galería como sistema de iluminación, y la luz juega un papel unificador del espacio. El abad Suger sentía especial interés por la ideología platónica, transmitida por la obra de Plotino, de una nueva dimensión (se hace de lo inmaterial -la luz- algo material). Así, el cristianismo encuentra un elemento plástico apropiado para dar forma a su arquitectura y su escatología. Según la ideología de Suger, la luz se integra como elemento para imprimir un concepto de belleza por sí mismo, no como una idea maligna, al contrario de la opinión de San Bernardo.

El gótico concibe el edificio como un todo en el que participan por igual arquitectura, escultura y vidriera, lo que traduce una visión sintética y total de la arquitectura en la que colaboran todas las artes.

Algunos éxitos de la arquitectura gótica son:

1. Un mejor conocimiento técnico de la arquitectura y sus principios constructivos.

2. Trabajo de mayor calidad en la cantería de piedra.

3. Utilización de la cal grasa como elemento que permite mejorar la sujeción de los sillares.

4. Una serie de elementos apropiados para soportar grandes pesos (tribuna o triforio, pilares, arbotantes, contrafuertes y pináculos).

5. Se impone el funcionalismo constructivo como concepto fundamental. La arquitectura gótica será dinámica en contraposición a la románica. El muro se reduce a la mínima expresión, y se sustituirá por grandes vanos con vidrieras translúcidas. El tipo de arco será el apuntado.

6. Prevalece la altura sobre la anchura.

A principios del siglo XIII se cambia la alternancia de soportes por un tipo único de soporte (pilar con columnas adosadas), y la bóveda sexpartita es sustituida por la cuatripartita. Se unifica el volumen a través de la utilización repetitiva de elementos horizontales: triforio o tribuna, arquerías y ventanales, trazando una única dirección axial hacia el coro o el altar mayor. Hasta entonces, la nave, el coro, el transepto, las naves y las capillas se habían considerado volúmenes independientes y diferentes; el gótico propugna como inflexión del espacio interno la fusión o integración de los diferentes volúmenes. Como precedente de esta idea se había producido una reacción del románico para solucionar el problema de la fusión de espacios, con el diseño de iglesias de planta de salón (hallenskirchen en Alemania), que eleva al mismo nivel la altura de las naves.

La fachada de las catedrales góticas adopta el tipo normando (con dos torres). El aspecto general del exterior presenta gran verticalidad por la presencia de torres y agujas de piedra, siguiendo la tradición arquitectónica del Sacro Imperio Romano-Germánico. El sistema de arbotantes, que parecen costillas en los laterales del edificio, contribuye a dar una sensación de dinamismo.

La construcción de las catedrales góticas se prolonga en el espacio y en el tiempo; debido a sus enormes proporciones, algunas se empiezan a construir en el siglo XII o XIII, y las obras concluyen en el siglo XVI.

El conjunto iconográfico (relieves de piedra) de la fachada predispone al espectador-creyente para el mensaje ideológico que recibirá en el interior de la catedral.

En el gótico flamígero (fase final del estilo -siglo XV-), la ventana y su desarrollo cada vez más destacado inducirá a que los muros se vean reducidos; los ventanales calados en el ábside, naves laterales, nave central y triforio convierten la estructura en una especie de claraboya. La utilización de vidrieras coloreadas da como resultado la conversión del edificio en una inmensa caja de vidrio, en cuyo interior habrán desaparecido las sombras.

Desde mediados del siglo XIII hasta el siglo XVI se dará una pugna entre el muro y la vidriera, que se resolverá a favor de la última como fruto de una serie de ensayos que van a dar al edificio la apariencia de una maqueta ideal de una construcción utópica, y en este sentido la orfebrería de relicarios y custodias puede considerarse como campo de experimentación o laboratorio de una serie de ensayos estructurales trasladados al campo de la arquitectura de piedra.

Un ejemplo de gótico muy tardío es la portada del Sagrario de la Catedral de Málaga. En sus arquivoltas aparecen las figuras en relieve de los Apóstoles con la Antigua Ley, y en los lados están los Evangelistas con la Nueva Ley. Encima, en un lateral, aparecen los Padres de la Iglesia, y en el centro está la figura del Salvatorum Mundi, con la esfera del poder en la mano. Culminando la fachada están las imágenes de los santos patronos de Málaga. Esta obra, de finales del siglo XV, pertenece al estilo flamígero (conocido como gótico isabelino en la Corona de Castilla), en transición al renacimiento (se usa el arco de medio punto y no el arco apuntado típico del gótico).

ARQUITECTURA GÓTICA EN FRANCIA

De finales del siglo XII (gótico inicial en transición al gótico clásico) son las catedrales de Sens, Noyon y Laon. La catedral de Sens es la sede emblemática de su ciudad, el edificio que le da prestigio. Presenta una gran nave, sin transepto, y deambulatorio sin capillas radiales. Alzado en tres niveles: arquería, triforio y galería de ventanales. Cubierta de bóveda de crucería sexpartita (cuatro nervios fuertes y dos débiles). La catedral de Noyon inaugura el alzado en cuatro niveles. Hay soportes alternantes. Su interior presenta galerías abiertas y muy amplias hacia la nave central, remarcando las líneas de tensión de la estructura a través de divisiones horizontales. Sin embargo, el efecto más llamativo es la creación de una arquitectura ilusionista, compuesta por muros perforados y corredores que se comunican. Hay contrastes violentos de luz y sombras, rasgo estilístico que se perfeccionará más todavía en la catedral de Laon, a través del juego de un único tipo de soportes.

La catedral de Chartres es la primera de las grandes catedrales góticas clásicas francesas del siglo XIII. Surge como símbolo de la voluntad de los ciudadanos. Adquiere toda su dimensión el concepto poético de la catedral como palacio de la Virgen. Esta catedral da un nuevo sentido a las soluciones arquitectónicas de su siglo, integrándolas en un conjunto de gran unidad estilística. El interior se organiza en tres naves jerarquizadas en altura, lo cual no es nuevo, añadiendo además el diseño del alzado en tres niveles (problema solucionado con la inclusión de la tribuna). Se sustituye la bóveda sexpartita por la cuatripartita, anulando la alternancia de soportes, estableciendo una nueva estructura tectónica, el pilar acantonado. En este pilar, la parte que da a la nave central prescindirá del capitel, a favor de una doble cornisa que asegura de forma más plástica e integradora la fusión del soporte con la bóveda principal. En Chartres se aplica el principio gótico de la luz a través de las vidrieras. Los teólogos medievales atribuyeron a todo edificio sagrado el carácter de ciudad de Dios, una Jerusalem celestial que se puede apreciar mejor aún que en las iglesias románicas en las basílicas cristianas primitivas y en las catedrales góticas. En el mundo gótico se intentó resaltar la concepción del espacio arquitectónico como un espacio luminoso. En el espacio gótico, en oposición al románico, ya no es preciso que a la divinidad se le represente como Luz del Mundo, porque son los diversos elementos que intervienen en la iglesia material los que introducen una sensación visual de esa misma divinidad como luz verdadera que ilumina a todo hombre. Esta sensación visual de espacio diáfano o translúcido es creada por la luz, que parece generarse en las propias vidrieras, cuya función iluminadora material se toma secundaria ante la función simbólica que envuelve a toda catedral en un ambiente de mística y realidad. Los fieles que entraban en una catedral se sentían traspasados a otra realidad distinta a la humana; eran partícipes de la contemplación sensible de lo celestial, que se manifestaba principalmente en la luz en los rituales litúrgicos. Los principios de claridad y de aparente contradicción fueron básicos en la configuración de la arquitectura gótica. En su configuración, la catedral gótica clásica encarnaba la totalidad del saber cristiano, teológico, natural e histórico. Disponiendo cada elemento en su lugar conveniente y eliminando todo lo que no haya lugar en su estructura, la catedral gótica tendió a conjugar tipologías procedentes de distintas tradiciones. Se buscó la claridad de formas por más que el afán de esplendor ocultase con decoraciones excesivas el diáfano esqueleto. En Chartres se impone la claridad estructural de elementos constructivos, gracias a una simplicidad decorativa que no oculta la realidad del edificio.

La catedral de Notre Dame de París presenta estructuralmente una nave central flanqueada por dobles naves laterales, que se prolongan tras un transepto de escaso desarrollo con un doble deambulatorio; hay un coro muy prolongado con capillas entre contrafuertes y capillas radiales. Posteriormente, la reivindicación de los gremios, corporaciones y cofradías que financian la construcción provocará que la unidad espacial del templo quede interrumpida en las naves y que al transepto se le añada un tramo más para equiparar anchuras. La cubierta es de bóveda de crucería sexpartita, pero eliminando la alternancia de soportes, que se relega a la hilera de columnas que separa las naves laterales mediante un sistema que combina la columna simple con la columna con columnillas adosadas. En la nave mayor y el coro, las columnas aparecerán coronadas con capiteles, cuya ornamentación se confía a una serie de motivos vegetales (acantos y berros); esta ornamentación deja de lado los capiteles historiados románicos. El alzado de Notre Dame presenta una nave principal con tribuna al igual que Saint-Denis, articulada a partir de un sistema de triples arcos apuntados flanqueados por dobles columnillas y enmarcados por un arco de descarga; en el exterior, los arbotantes ayudan a contrarrestar el empuje de la nave central. La fachada de Notre Dame ofrece un esquema reticular con interesante iconografía: en un tímpano lateral hay relieves que representan El triunfo de la Virgen; en el tímpano central aparece el Pantocrator y El Juicio Final; en el otro tímpano lateral aparece el tema de Santa Ana. En el primer nivel está la galería de Los reyes de Judá. En el segundo nivel hay un gran rosetón central, y a los lados ventanas geminadas con un arco de descarga. En el tercer nivel hay una galería de columnas, y sobre ellas el alzado de las torres.

La catedral de Bourges es un edificio muy original, cuya infuencia se vio contenida sobre el resto de la arquitectura gótica francesa. Esta catedral nos ofrece una disposición espacial articulada a partir de una nave central muy alta, flanqueada por dos naves laterales altas que se unen tras el presbiterio formando una primera girola. Mientras, otras dos naves periféricas más bajas vuelven a encontrarse en una segunda girola, que abraza a la anterior estructura. En Bourges se consigue una catedral de espacio escalonado estructurado a partir de un esquema primordial, consiguiendo una gran verticalidad subrayada por los haces de columnillas adosadas a los pilares. Este esquema se repite a menor escala en las naves laterales. La nave mayor queda dotada de tal autonomía espacial que puede hablarse de una iglesia dentro de una iglesia. El alzado de los muros de las naves presenta hileras de ventanas en distintos puntos y alturas, lo que trae consigo una gran riqueza visual y enorme dramatismo provocado por los diferentes efectos luminosos dentro del edificio.

Las catedrales francesas de mayores dimensiones son las de Reims, Amiens y Beauvais. En ellas refleja la importancia de Chartres en el alzado: tres niveles, pilares con cuatro columnas adosadas, triforio, bóveda de crucería cuatripartita, fachada enmarcada por dos torres y arbotantes de doble vuelo.

La catedral de Reims posee un presbiterio de cinco naves, al que se añade un cuerpo de tres (estructura similar a la de Chartres). Lo más notable de este presbiterio es que hay cinco profundas capillas heptagonales. En el exterior, con un hermoso cuerpo de verticales y horizontales, destaca el primer cuerpo de fachada, con los pórticos que se proyectan hacia fuera con gabletes con rosetas. La decoración en los capiteles continúa sobre las columnillas, dando un efecto de hizontalidad que subraya los soportes de la arquería principal. En Reims parece un nuevo tipo de ventanal con armazón de piedra y más calado. En la fachada se tiende a la fusión de todos los elementos, rompiendo el esquema reticular gracias a la invasión que los gabletes hacen de los sucesivos niveles, provocando contrastes lumínicos. Los tímpanos de las portadas son apuntados; en el central aparece el tema de La Crucifixión.

En la catedral de Beauvais la iluminación se acentúa mejor que en Reims, ya que el triforio no es ciego, sino calado. Este edificio llega a la culminación de la conquista del espacio gótico a través de las dimensiones dadas a la bóveda (48 metros de altura), permitiendo una invasión total de la luz. Beauvais es el más ambicioso de todos los edificios góticos, concebido con las pretensiones de una desmesurada monumentalidad. Lo que hoy se puede ver es únicamente la cabecera y el transepto de un edificio nunca terminado; la nave central proyectada nunca se comenzó, y la enorme torre del crucero de 156 metros de altura se derrumbó en el siglo XVI. El edificio superviviente se mantiene en pie mediante varillas de atado y una doble fila de arbotantes gigantes. En la Edad Media no había teoría de estructuras, por lo que la estabilidad de un edificio no podía predecirse de antemano; la única manera era el ensayo práctico. En Beauvais la búsqueda de mayores alturas sobrepasó los límites de la tecnología medieval (sus constructores fueron demasiado audaces).

En la catedral de Amiens se alcanza el característico concepto gótico de liviandad de la masa. Lleva a su máxima consecuencia la idea de verticalidad gracias a la extrema estilización de su esqueleto constructivo. Los arbotantes aparecen como numerosas costillas, sobre todo en la cabecera, y los contrafuertes están sobrecargados de pináculos. Las gárgolas de la catedral de Amiens son muy originales (el gótico crea un universo fantástico y monstruoso lleno de grifos y demonios).

En la segunda mitad del siglo XIII, los arquitectos ya no pretendían hallar nuevas fórmulas constructivas, sino llegar al límite de las soluciones ya encontradas. Se prefería el refinamiento de los detalles a las concepciones monumentalistas, tal como aparece en la catedral de Troyes, la de Tournai y, sobre todo, la Sainte Chapelle del antiguo Palacio Real de París, donde la planta se simplifica al máximo y se construye una jaula de cristal en la que desaparecen las paredes, sustituidas por el esplendor de las vidrieras.

A finales del siglo XIII, la arquitectura gótica parece haberlo conseguido todo. En los siglos XIV dominan planteamientos decorativos: las catedrales de Tours, Metz, Clermont-Ferrand y Limoges son edificios notables por su exhuberancia ornamental, en particular la tracería de las ventanas. Esta nueva interpretación, conocida como gótico radiante, se vio interrumpida por la Peste Negra y la Guerra de los Cien Años, reapareciendo en el siglo XV como gótico flamígero, caracterizado por las formas sustentantes cubiertas de elementos decorativos, ventanales calados, abundancia de pináculos y agujas de piedra.

ARQUITECTURA GÓTICA EN INGLATERRA

Desde Francia, el gótico se extendió por toda Europa (Alemania, Países Bajos, España, Italia), pero fue en Inglaterra donde se aplicó con más rigor el modelo francés, al principio. La cabecera de la catedral de Canterbury es típicamente francesa. En poco tiempo el gótico inglés desarrollará su carácter propio y diferente al continental, sobre todo por el origen monástico de muchas catedrales inglesas. Las catedrales francesas suelen levantarse en el centro de las ciudades, con casas apiñadas a su alrededor; las inglesas, con su claustros anexos y edificios secundarios, se situaban en la soledad del recinto de un monasterio. Se da gran importancia a las fachadas occidentales, muy horizontales y con grandes pórticos. Las catedrales inglesas son más sencillas, rectangulares y menos exageradas (no son muy altas y se utilizan menos arbotantes y pináculos); la falta de altura se compensa con la construcción de altas torres don agujas (dos torres en la fachada oeste y una torre en el crucero). Uno de los mayores logros del gótico inglés es el desarrollo espectacular de las bóvedas nervadas de piedra y complejas cubiertas de madera.

Se distinguen tres períodos:

1. Early architecture (siglo XII), de influencia francesa.

2. Decorated style (siglo XIII-XIV).

3. Perpendicular style (segunda mitad siglo XIV-XV).

En las catedrales inglesas se preferirá la disolución de los volúmenes frente a la concentración espacial. El interior de un edificio inglés presentará un número de capillas absidiales reducido, una girola simple, marcada cruz latina, monumentalidad y cierto colosalismo para los soportes del cimborrio, naves relativamente estrechas, claustros y rasgos de origen monástico (sala capitular) y en el exterior la fachada tiene carácter de pantalla (estructura en la que predominan las líneas horizontales y enmascaran el interior del templo). Un ejemplo del siglo XIII es la catedral de Peterborough.

El primer esbozo gótico en Inglaterra se da en la catedral románica de Durham, donde se usa la bóveda de crucería. La construcción de la catedral de Canterbury (finales del siglo XII) introduce el nuevo estilo, además de una serie de planteamientos decorativos labrados en mármol negro de Purve y la individualización de una capilla absidial en la cabecera (Trininy Chapell). La galería del claustro es muy primitiva, de tipo románico, con fustes alternados y arcos de medio punto. En Canterbury trabajan los arquitectos Guillaume de Sens y Guillermo el Inglés. Esta catedral inicia la tradición inglesa del doble transepto (cruz patriarcal), que está presente también en las catedrales de Lincoln, Wells y Salisbury. Ésta última tiene planta similar a la de Canterbury, con una nave central larga y no muy alta, doble crucero con una torre situada sobre el mayor, cabecera plana en la que se inserta una especie de iglesia en miniatura, la capilla de la Virgen (Lady Chapell), bóveda de crucería cuatripartita, claustro y sala capitular adyacentes a la nave lateral meridional.

La abadía de Westminster (finales del siglo XII-principios del siglo XIII) es por razones arquitectónicas y políticas el edificio medieval más importante de Inglaterra, centro de su vida institucional durante casi un milenio. Al igual que la Capilla Palatina de Aquisgrán de Carlomagno, Westminster fue sede del poder temporal y espirirtual de Inglaterra. En Westminster se combinan un palacio (obra civil) y la abadía, constituyendo un símbolo de la unidad de la monarquía y la Iglesia. La sede fue fundada en el año 960 sobre el emplazamiento de una iglesia del siglo VII, siendo reconstruida a fondo en el año 1055, durante el reinado de Eduardo el Confesor, y de nuevo en el siglo XII, período al que corresponde la mayor parte de la construcción. La parte oriental, el transepto y los módulos orientales de la nave central son del siglo XIII, en estilo gótico primitivo inglés; este estilo se imitará en la ampliación de la nave hacia el oeste a finales del siglo XIV. El coro fue remitido hacia dentro y al oeste de la nave para dejar libre el crucero como en Reims, para usarlo como escenario para las ceremonias de coronación. El edificio conserva primitivos rasgos monásticos, incluidos los claustros y los edificios anexos. El templo de Westminster es un ejemplo atípico de gótico inglés a causa de su gran altura, sus complejos arbotantes, su fachada occidental con torres gemelas y ausencia de torre en el crucero. Su extremo oriental también posee forma de ábside, el único que hay en Inglaterra, lo que nos indica que en su diseño nos hallamos frente a un edificio de tipo francés.

La Catedral de Wells comienza a construirse a principios del siglo XIV, en un nuevo estilo propio de la arquitectura gótica inglesa. Al principio, el edificio mostrará gran regularidad geométrica, para más tarde desarrollar complicadas curvas en una rica decoración. Esta catedral presenta una gran torre sobre el crucero. En 1321 se va a poner en práctica una solución original improvisada ante el inminente peligro de derrumbe de la torre del crucero: cuatro enormes arcos suplementarios (arcos en tijera) se colocaron en los pilares principales del crucero, y son un caso único en la arquitectura medieval y la demostración de la imaginación artística de sus constructores, ya que no tenían ningún medio de comprobar de antemano la eficacia de esta estructura.

La catedral de Lincoln es similiar a la de Wells. Las de Ely, Winchester y Gloucester presentan complicadas bóvedas de abanico y estrelladas, trazadas a partir de la crucería. Son característicos los nervios terceletes. La Lady Chapell de la catedral de Ely es una capilla que responde a los principios de un organismo autónomo dentro del templo, cuya planta rectangular es lo único sencillo. Los muros se forman por una serie de arcos conopiales que se interpretan como troncos de árboles ramificados sobre un techo de bóveda de crucería decorativa, cubriéndose todo por un follaje tallado con gran elegancia. El cimborrio de Ely continúa el carácter simbólico otorgado por la mentalidad colectiva a la torre del crucero; la estructura octogonal diseñada y construida en madera por el arquitecto William Hurley da solución al problema de la iluminación, imitando una bóveda de crucería con terceletes con una linterna de iluminación.

Los pilares de la catedral de Exeter tienen una pilastra adosada que sube verticalmente por el triforio, ramificándose en múltiples nervios que se extienden hacia la bóveda formando abanicos o palmeras. La bóveda decorativa de la catedral de Gloucester presenta grupos de nervios que describen una forma de abanico. Estas bóvedas de abanico no tienen valor estructural, sino decorativo.

Desde mediados del siglo XIV, las ampliaciones de las catedrales anteriormente citadas y los nuevos edificios construidos a partir de entonces se construirán en el estilo llamado perpendicular, por la sencilla regularidad del trazado de las ventanas, y el uso ordenado y repetido de ciertos efectos ornamentales para subordinarlos a un esquema global de gran simplicidad. Aunque las soluciones estructurales son sencillas, pueden estar cubiertas con complicados elementos. Son buenos exponentes la Lady Chapell de la catedral de Gloucester, la iglesia de san Jorge de Windsor, la capilla de Enrique VII en la abadía de Westminster (cuyas bóvedas estructurales están ocultas bajo formas colgantes) y la capilla del King´s College, que destaca por sus magníficas cubiertas de madera con formas de abanico (obra de John Wastell).